Por Patricio Mercedes.
En el panorama político dominicano, no es común encontrar figuras que mantengan una conexión genuina y constante con las necesidades de su tierra natal. Sin embargo, el congresista Dagoberto Rodríguez Adames se ha destacado precisamente por eso: por ser un legislador con el corazón firmemente arraigado en su provincia, Independencia, y en toda la región Enriquillo.
Desde sus primeros pasos en el Congreso, Rodríguez Adames ha demostrado un compromiso real con el desarrollo económico y social de su demarcación. Su visión de futuro lo llevó a gestionar y atraer inversionistas interesados en establecerse en esta zona fronteriza, apostando por la creación de empleos y el dinamismo económico de una región históricamente olvidada.
En áreas vitales como la salud y la educación, su aporte ha sido igualmente visible. Tanto en el fortalecimiento de la educación universitaria como en la formación preuniversitaria, su gestión ha buscado garantizar oportunidades para los jóvenes que, de otra forma, verían limitadas sus posibilidades de superación.
De manera voluntaria, desde el Senado, es un orgullo pues la región Enriquillo —cuarto polo turístico del país— cuenta con una voz firme que representa los intereses de las provincias de Pedernales, Independencia, Barahona y Bahoruco. En un momento donde el sur profundo requería defensa activa y visión de futuro, Dagoberto ha respondido con responsabilidad y compromiso.
Su compromiso no ha sido solo de gestión, sino también de denuncia. Recientemente, se pronunció de forma enérgica en el Congreso Nacional frente a los abusos de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EDESUR), cuyas tandas de apagones han golpeado fuertemente a la provincia Independencia. De manera particular, el congresista denunció los altos voltajes que provocaron un incendio en los aires acondicionados del hospital de segundo nivel en Jimaní, poniendo en riesgo vidas humanas y recursos públicos.
Para Dagoberto Rodríguez Adames, esta situación es inaceptable, sobre todo porque afecta directamente a los pequeños comerciantes de la zona, quienes ven como sus productos perecederos se deterioran, impactando sus ingresos y su estabilidad económica. Lo más indignante es que esta provincia, que antes gozaba de un servicio eléctrico de 24 horas, gracias al compromiso de pago de sus ciudadanos, hoy padece apagones que superan las 10 horas diarias.
En tiempos donde muchos políticos optan por la comodidad del escritorio y el discurso fácil, Dagoberto ha optado por el camino más difícil: el del contacto directo, el de la gestión constante y la defensa incondicional de su gente. Sin duda, su trayectoria confirma que es más que un legislador; es un aliado del desarrollo y un verdadero representante del sentir popular.
Su voz no solo representa a Independencia, sino también a todo el sur que aún sueña con ser prioridad. Y mientras ese sueño se construye, Dagoberto Rodríguez Adames seguirá siendo una figura clave en ese proceso.
Hasta la próxima semana, mis pequeños saltamontes.
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Fuete: Duvergé Informa.
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