SE NIEGAN A COMPARTIR EMPLEOS EN HOSPITAL DE LAS SALINAS, BARAHONA.

Por Héctor Plata
Hospital Municipal de Las Salinas
LAS SALINAS, BARAHONA.- De acuerdo con fragmentos de reportes periodísticos recogidos por quien suscribe en la prensa nacional, el Ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo,  afirmó que con la construcción del  hospital municipal de Las Salinas, Barahona, serán beneficiadas  más de 11 mil 500 personas residentes en este municipio sureño y otros pueblos de la zona. Esta expresión deja claramente evidenciadas las intenciones del ex presidente de la República doctor Leonel Fernández -quien inició la obra-  y del hoy  mandatario  licenciado Danilo Medina, de satisfacer también las necesidades de salud de los residentes en Cristóbal y otros pueblos cercanos.

Según estimaciones del  último Censo Nacional de Población y Viviendas, la comunidad de Las Salinas no alcanza los seis mil habitantes, quedando así demostrado que se tomó de referencia la población conjunta de ambos pueblos para justificar la referida construcción.

 Sin embargo, la clase política de Las Salinas no lo asume así, ya que estos se niegan a compartir con los Cristobalenses y otros pueblos la empleomanía que necesariamente laborará en el Centro de Salud. Hay quienes comentan que las autoridades del referido municipio productor de sal y yeso, no quieren gente de otro lugar trabajando en ese hospital. Se ha llegado al punto de promover expresiones despectivas en contra de sus vecinos más cercanos, los Cristobalenses.

Un escándalo sin precedente fue protagonizado por empleados del Ayuntamiento de Las Salinas frente al hospital a mediado de octubre pasado, cuando los gobernadores de  las provincias de Barahona e Independencia intentaron solucionar un conflicto originado tras nombramiento de la encargada del área de enfermería en dicho centro de salud. Algunas gentes se niegan a admitirla, alegando que en ese pueblo hay quienes pueden ocupar el puesto. Pues lo chistoso del caso es que el Alcalde, Luis Concepción Gómez, propone que designen en el puesto a su esposa, que trabaja en Santo Domingo en una posición inferior, como única solución del caso, asumiendo, lógicamente, que en la comunidad no hay una enfermera con una posición similar. ¿Quién pensaría que el  liderazgo de Las Salinas pudiera llegar tan lejos?

Las Salinas es un pueblo de gentes valiosas, profesionales brillantes.  Personas pujantes, emprendedoras, amantes de la paz no deben ser conducidas por senderos de odio y maldad. Alguien debe influir para evitar  esta maliciosa intención en contra de Cristóbal,  promovida claramente por el interés personal que tiene el Alcalde de Las Salinas en despojar de un empleo a alguien que lo merece, alegando el más bajo de los pretexto, “que no es salinera”. Quien creería que en pleno siglo veintiuno actitudes de esa naturaleza estarían presentes ante tanta nobleza y decencia que ha caracterizado las relaciones  entre Cristobalenses y Salineros.  ¡Es algo  increíble!

Hay munícipes de Las Salinas diseminados por todo el país desempeñando funciones públicas y privadas sin obstáculos, y de seguro que se les ha dado protección y respeto en cada lugar, como ha ocurrido en el municipio de Polo con la encargada de Enfermería del Hospital Municipal. Entonces, por que cerrar las puertas a quienes vienen de tan cerca a realizar una función allí y justamente a una persona bien conocida por la comunidad salinera y cuyos orígenes son también Salineros.

Como olvidar tantas luchas que ambos pueblos encarnaron mancomunadamente,  por servicios tan fundamentales como el agua, la energía eléctrica, el liceo, nuestras calles y otras conquistas importantes como el referido hospital, que aunque lleve el nombre de Las Salinas, fue diseñado para satisfacer las necesidades de salud de ambos municipios y de pueblos aledaños.  

Es momento de reflexionar Salineros sensatos. Cristóbal y Las Salinas deben seguir siendo pueblos hermanos  para enfrentar juntos los desafíos que traen los tiempos; sobre todo frente a la crisis económica que vivimos hoy en día. Se Reconoce que la falta de empleos es el principal motivo de las  dificultades sociales que atraviesan los pueblos de esta zona del país, pero  no debe ser el motivo que nos divida. Salineros y cristobalenses deben seguir luchando juntos, acumulando conquistas y desafiando las adversidades, porque divididos, cada vez más será largo y difícil el camino hacia el desarrollo. 

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