JOAN MEDINA

BARAHONA.- En  los últimos años  esta ciudad se ha convertido en un refugio de enajenados mentales que deambulan por  las calles, mercado público, iglesias y centros comerciales, poniendo en peligro muchas veces sus vidas y la de muchos ciudadanos.
Mientras que parece que la población se ha acostumbrado a estos dementes, algunos son agresivos, otros más pasivos, los cuales caminan “calles arriba”, “calle abajo” de un barrio a otro y las principales vías.
Pululan desnudos frente a planteles escolares, partes céntricas de la ciudad, entre otros lugares ante la mirada indiferente de las autoridades competentes.

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