Por Héctor Plata
La educación en las provincias Bahoruco e Independencia vive atrapada en un ciclo que se repite: falta de aulas, construcciones inconclusas, promesas de aulas móviles que nunca llegan y paralizaciones de docencia encabezadas por la ADP. Un problema viejo, con las mismas consecuencias: estudiantes perdiendo horas valiosas de clases y un vacío en la enseñanza que jamás logra llenarse.
Es en este contexto que la Regional 18 de Educación, encabezada por la maestra Virginia Encarnación, sostuvo un encuentro con representantes de la Dirección de Infraestructuras Escolares, directores de distritos educativos, asociaciones de profesores y de padres. La intención fue clara: crear un espacio de diálogo y buscar acuerdos que permitan avanzar en la solución de los problemas que afectan al sistema educativo en la zona.
El esfuerzo es loable, porque toda mesa de diálogo abre caminos y reduce tensiones. Sin embargo, no podemos quedarnos en las reuniones, los discursos ni los comunicados. El país —y particularmente estas dos provincias— ya están cansados de diagnósticos y promesas. Lo que se espera son respuestas concretas y resultados medibles.
El presidente Luis Abinader ha mostrado interés en que el sistema educativo mejore, pero en muchos casos sus funcionarios del área parecen “no dar pie con bola”. Mientras tanto, las comunidades siguen esperando por aulas dignas, infraestructuras terminadas y un calendario escolar que no se vea constantemente interrumpido.
El llamado de la maestra Virginia Encarnación a buscar soluciones mediante el diálogo “sin afectar el pan de la enseñanza de los estudiantes” es un mensaje que debe ser asumido por todos los actores. La ADP, los directores distritales, las autoridades municipales y el propio Ministerio de Educación tienen que entender que el derecho a la educación es sagrado.
Bahoruco e Independencia no pueden seguir siendo las provincias del atraso en materia educativa. El diálogo es un paso, pero las acciones son la verdadera prueba. Y el tiempo para actuar no es mañana: es ahora.
Excelente artículo, es mejor tener niños en las casas que tenerlos sentados en el piso en las aulas!
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