Por Balbueno Medina
Aun cuando no consideramos suficientes las más recientes medidas adoptadas por el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), en materia de salud, saludamos las iniciativas aprobadas y entendemos que se dio un paso de avance de cara al futuro que nos espera en el orden de Seguridad Social.
En la sociedad dominicana se había convertido en un clamor generalizado el descontento que existía entre los usuarios de la Seguridad Social, por baja cobertura que recibían en los medicamentos y la desprotección total que había en ese sentido para los pacientes.
Los 3 mil pesos que se otorgaban anualmente para cubrir el pago de medicamentos realmente era una cantidad irrisoria, pero por lo menos el hecho de que el CNSS haya aumentado a 8 mil pesos la cobertura reduce en parte la situación de desgano de los afiliados, mas no la resuelve de manera definitiva.
Esa medida que surgió del gobierno, por lo menos nos indica que existe la preocupación oficial de enfrentar el estancamiento en que se encuentra el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), el cual debe ser roto para que pueda beneficiar a las grandes mayorías nacionales.
Lo ideal sería que esa cantidad de recursos que fueron aprobados para cubrir los medicamentos de los usuarios de los servicios de Salud, les sean acumulados cada año a todos los afiliados que no los utilicen hasta un límite razonable para que su inversión en ese renglón no se siga perdiendo como ha sucedido hasta ahora.
La actualización del catálogo de Salud, que aunque no fue aprobado en esta ocasión, pero que sí se anunció que próximamente será sometido al conocimiento de los representantes de la sociedad en el CNSS, es otro indicio de que el gobierno está interesado en que se sacuda el Sistema de Seguridad Social, pero para ello será necesario contar con la voluntad de los demás sectores que tienen derecho a veto en ese organismo.
Si queremos una sociedad más justa y equitativa, en la que prevalezca el bien colectivo del pueblo dominicano, debemos asumir el sacrificio que representa despojarnos de las ventajas y las ganancias que provee el sistema para que la Seguridad Social avance conforme a lo que espera la gente.
No es justo que sigamos viendo a tantas personas adultas mayores morir por la falta de protección de un Sistema de Seguridad Social que les niega el derecho de tener un Seguro de Salud que les permita atender sus dolencias en el momento más crítico de sus vidas y que una decisión en esa dirección se siga postergando en el Consejo Nacional de la Seguridad Social.
Es de esperarse que los honorables miembros del CNSS, al igual que la decisión que tomaron a favor de los niños, que ahora serán mejor protegidos en la Seguridad Social, adopten una medida similar a favor de nuestros envejecientes que si bien no han sido tomados en cuenta por el sistema, muchas veces son abandonados por sus familiares, por una serie de razones que todos conocemos.
La ley 87-01, en su enunciado es explicita y algún día tendremos que llegar al nivel de universalización que ella pregona y para eso se necesita, más que todo, la voluntad de los miembros del CNSS y de la sociedad dominicana, razón por la cual debemos aplaudir cualquier iniciativa que vaya dirigida a ampliar las coberturas de los precarios servicios que en estos momentos recibimos los afiliados al Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Las medidas aprobadas por el CNSS son buenas, las saludamos y las aplaudimos, pero también se necesita seguir trabajando para incorporar al Sistema a muchos dominicanos y dominicanas que todavía se encuentran en la línea extrema de pobreza que precisan de cambiar de su estado de vida para que podamos decir que definitivamente hemos podido avanzar en el Sistema de Seguridad Social.
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